Inmaculada Madre de Guadalupe, a ti que nos amas con especial ternura, y velas por nosotros con maternal intercesión, procurándonos siempre tu eficaz ayuda, te damos gracias por tu protección y auxilio que nos ha liberado de contagios a lo largo de este tiempo de pandemia. Continúa cubriéndonos con tu manto. Ruega por todas las autoridades y por quienes tienen el poder de decisión para que sepan establecer medidas y prioridades para prevenir y ayudar a toda la población, en particular a quienes son más vulnerables. Concédenos prudencia y serenidad para actuar con mucha responsabilidad y así evitar ser contagiados o contagiar. Socorre al personal de salud, vela por la recuperación de los enfermos y sé consuelo de quien se encuentra en duelo. Madre del Verdadero Dios por quien se vive, concédenos generosidad y solidaridad para que podamos superar las consecuencias económicas y laborales de este tiempo de prueba y puedan volver a nuestras familias, pueblos y ciudades la alegría y la fiesta. Amén.
Nuestra Señora de Guadalupe, ruega por nosotros.